“Sana doctrina” pudiera parecer una expresión bastante subjetiva. Al fin y al cabo, la gran mayoría de los maestros y predicadores cristianos basamos en la Biblia nuestros sermones y estudios. Pero no todos los sermones y estudios tienen contenido bíblico o están acorde con las enseñanzas de la Biblia. Muchos sólo usan las Escrituras como un pretexto, sacando versículos de su contexto y usándolos para exponer ideas propias; otros la usan como una especie de amuleto, pretendiendo que por el solo hecho de tenerla abierta Dios derramará Su gracia y hará entender Su voluntad; otros ignoran completamente las doctrinas básicas de la fe, más aún, hay algunos a quienes la sola palabra “doctrina” les causa conflicto, pues suponen que un estudio diligente y sistemático de las Sagradas Escrituras apaga al Espíritu Santo.
Podemos dar varias definiciones de sana doctrina, pero necesitamos una que nos hable de una fuente objetiva y absoluta de la cual ésta emana. Desde un punto de vista bíblico fundamentalista, podemos definir la sana doctrina como “aquella que está ajustada a las Escrituras, y que no contradice sus doctrinas básicas”.
En verdad, hay algunos elementos que esperamos ver en una exposición para determinar si ésta es o no sana doctrina:
- Que sea cristocéntrica, esto es, que la persona de Cristo sea el centro de la enseñanza; que Cristo sea el exaltado; no basta el “contenido cristiano”, se trata de que Cristo esté presente. Al cabo toda nuestra civilización occidental está llena de elementos con «contenido cristiano», pero debemos ser honestos en reconocer que hace tiempo ya Él dejó de ser el centro de muchas cosas que hacemos.
- Que predique la gracia de Dios, esto es, que se insista en la depravación humana y su incapacidad para alcanzar por sus propios medios la salvación; luego, ésta viene como un regalo de Dios.
- Que llame al arrepentimiento y la santidad. El cambio de vida es señal evidente (aunque no la única) de una vida transformada por el Espíritu Santo.
Contrariamente a estos principios, en la enseñanza actual de la iglesia apóstata encontramos:
- Un evangelio centrado en la persona y en su experiencia.
- Una predicación del mérito y la capacidad del hombre.
- Una invitación al conformismo con el mundo.
«Requiero yo pues delante de Dios, y del Señor Jesucristo, que ha de juzgar a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino. Que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende; exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina; antes, teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas» (2ª Timoteo 4:1-4).
«Empero el Espíritu dice manifiestamente, que en los venideros tiempos algunos apostatarán de la fe escuchando a espíritus de error y a doctrinas de demonios…» (1ª Timoteo 4:1). Por favor, toma tu Biblia y lee hasta el versículo 3, ya que allí se presentan dos ejemplos de enseñanzas que si bien están inspiradas en la tradición o en alguna otra fuente, sin duda no mal intencionada, no obstante es contraria a las Escrituras, y por tanto, no es sana doctrina.
“Retenedor de la fiel palabra que es conforme a la doctrina: para que también pueda exhortar con sana doctrina, y convencer a los que contradijeren” (Tito 1:9).
“Empero tú, habla lo que conviene a la sana doctrina” (Tito 2:1)
Una especial consideración merece el tema del Espíritu Santo. Vemos en las iglesias de nuestro tiempo manifestaciones nuevas y extrañas que se le atribuyen al Espíritu; se habla de una nueva revelación, una superior revelación, una nueva unción, un derramamiento del Espíritu, etc.; pero no hay el más mínimo cuidado en juzgar estas experiencias. Incluso a quienes se atreven a cuestionar estas manifestaciones se les acusa de blasfemia. Pero, ¿quién escribió 1ª Juan 4:1? Por favor, toma tu Biblia y lee este texto. El Espíritu Santo inspiró al apóstol para escribir este versículo. El Espíritu Santo escribió este pasaje. El mismo Espíritu nos dice que no debemos creer cualquier cosa, sino debemos “probar” los espíritus, porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. Es más, estamos precisamente blasfemando contra el Espíritu Santo cuando le atribuímos a Él un obrar que es humano o es del diablo. ¿Y cómo “probamos”, “juzgamos”, “discernimos” estas manifestaciones? ¿Juzgamos si son divinas o diabólicas por si son buenas o malas, si son agradables o desagradables, si dan resultado o no lo dan? ¿Si la gente queda contenta o cabizbaja?. No, no y no. Deben ser pesadas por la Biblia, que es la Palabra de Dios. Si la Biblia no las aprueba, no son de Dios. Así de simple.
(Jaime Quijada V.)
Fuego extraño en el altar de Dios
(Este comentario fue enviado en agosto de 2011, y causó un revuelo no menor entre los pastores bautistas de la región del Biobío. Me acusaron de no creer en el Espíritu Santo, de falso, de “demasiado bíblico”, de anticuado, y otros disparates. Es una respuesta a la inquietud de algunos jóvenes de la iglesia que entonces pastoreaba, que vivieron en un retiro manifestaciones como caídas de espaldas, expulsión de demonios, ataques de risa, un pastor que ponía aros en las orejas de los jóvenes, como señal, decía él, de esclavitud a Dios, y otras experiencias que no edifican. Gracias a Dios, sirvió para que algunos llegaran a la verdad).
¡Fuego extraño en el altar de Dios!
“Y los hijos de Aarón, Nadab y Abiú, tomaron cada uno su incensario, y pusieron fuego en ellos, sobre el cual pusieron perfume, y ofrecieron delante de Jehová fuego extraño, que él nunca les mandó” (Levítico 10:1).
Unas preguntas para comenzar:
¿Por qué es que cada cosa rara que sucede se le atribuye al Espíritu Santo?
¿En tan poca estima se tiene a la Tercera Persona de la Trinidad que se le asignan las obras más carnales y sensuales?.
¿Tanta es la ignorancia sobre el tema?.
¿No está clara en la Biblia la obra del Espíritu Santo?.
La Biblia ES la Palabra de Dios, no “contiene” o “se hace”, como nos están enseñando algunas heréticas teologías. Luego, sólo la Biblia es la autoridad final en cuanto a la obra del Espíritu Santo.
NO HAY NUEVA REVELACIÓN, NI SUPERIOR REVELACIÓN.
Sólo la Biblia es la verdad y toda la verdad.
Así es que cuando un pastor u otro líder dice que tiene una nueva o superior revelación, o que por su conducto se entrega el Espíritu Santo, o que por su intermedio Dios puede dar un don espiritual, el tal es un falso, ya que la Biblia no dice que así obre Dios.
Hoy muchos ministros del evangelio están ofreciendo “fuego extraño en el altar”, fuego que Dios nunca les mandó, fuego que Dios no reconoce, fuego que Dios no acepta, fuego que Dios no confirma, fuego que Dios aborrece; el Todopoderoso detesta todo aquello que aunque parezca “bueno” y “espiritual” no está fundamentado en Su Palabra, “porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación” (Lucas 16:15). El Señor dice a esta moderna e impía iglesia; “No me traigáis más vano presente: el perfume me es abominación…” (Isaías 1:13). Fuego extraño es lo que hoy se presenta en el altar del Señor. Nadab y Abiú al parecer dejaron una larga descendencia que sigue hasta nuestros días. Esta descendencia son los modernos predicadores que presentan y predican a un Dios “entretenido”, que hace reír y que da risa, bonachón, inocente, híbrido, permisivo, tolerante, sin carácter, negligente, que sólo sonríe plácidamente al ver el desfile terrible y espantoso de corrupción e impiedad. ¡Éste no es el Dios de la Biblia, Jehová de los ejércitos, Dios grande y temible!
A LOS LÍDERES JUVENILES Y A LOS PASTORES QUE LOS ASESORAN:
Les estamos entregando nuestros jóvenes para que los instruyan, los edifiquen, para que les entreguen herramientas espirituales que les permitan hacer frente a este mundo malo; pero no les están entregando NADA. La diversión, la emoción y la sensación que agrada los sentidos pueden encontrarlos en un pub, en una fiesta, en el cine, en el estadio; pero la palabra de Dios sólo en la iglesia de Cristo. Así es que no pierdan el tiempo y la preciosa oportunidad de entregarles Palabra de Dios.
Les estamos entregando nuestros jóvenes para que les ayuden a convertirse en pastores, evangelistas, maestros, siervos de Dios, esposos, esposas, padres y madres cristianos(as), pero los están haciendo hazmerreír del diablo.
¡VUELVAN A LA BIBLIA!
¡El verdadero avivamiento sólo viene por la Palabra de Dios!
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Las caídas en el Espíritu
Una práctica popularizada en las iglesias cristianas, lamentablemente, pero muy lejos del verdadero querer del Espíritu Santo.
http://palabradelibertad.blogspot.com/2010_01_01_archive.html
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Las maldiciones generacionales
¿Qué hay de cierto en esta enseñanza?. Para un sano análisis bíblicos, dejo estos links.
http://www.vidaeterna.org/esp/ensayos/maldicion.htm
http://lumbrera.wordpress.com/2008/02/11/los-pecados-de-la-maldicion-generacional/
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La confesión positiva
«Lo que dices recibes». Otro tema actual, que se ha apartado de la sana doctrina bíblica. Dejo este link.
http://boards5.melodysoft.com/pmontt/la-confesion-positiva-84.html
http://www.davidcox.com.mx/cox/PalabraFe/DCox-PalabraDeFe.htm